Las zeolitas pertenecen a una familia de minerales aluminosilicatos cristalinos compuestos por una red tridimensional que forma poros de tamaño uniforme de dimensiones moleculares. La primera zeolita se describió en 1756, por Cronstedt, un minerólogo sueco, que les dio el nombre de origen griego “piedras hirviendo”, refiriéndose a la evolución del vapor de agua cuando la roca se caliente.